
Dirección en entidades Deportivas (Sport Management)
Este podcast va destinado a la formación continua de los antiguos alumnos del màster en Dirección y gestión de entidades deportivas de la Universitat de Barcelona. Comenzamos la quinta temporada que dedicamos a conversaciones. Con ellas y ellos aprendemos y reflexionamos sobre las actividades y copetencias que debemos desarrollar para realizar una gestión y una dirección eficiente, efectiva y ética.
Dirección en entidades Deportivas (Sport Management)
El talento joven y profesional en baloncesto: Andreu Lladó nos habla la competición a través de la Minicopa y la liga
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Andreu Lladó nos habla de la competición en baloncesto a través de la Minicopa y la Liga ACB
En el episodio número 40 de nuestro Podcast de Dirección de Empresas del Deporte, celebramos este hito con un invitado muy especial: Andreu Lladó, antiguo alumno del máster de la Universidad de Barcelona y actual director de la MiniCopa Endesa, además de responsable de innovación y desarrollo en el departamento de Competición de la ACB.
Con él hablamos de pasión, gestión, innovación y valores humanos. Andreu nos lleva detrás del escenario de uno de los torneos de formación más importantes del mundo, la MiniCopa, un evento que reúne cada año a miles de personas y que inspira a niños de todo el planeta a soñar con el baloncesto. Nos explica cómo una estructura profesional, una estrategia de comunicación cuidada y el respaldo de buenos patrocinadores pueden convertir un torneo infantil en una plataforma con impacto internacional.
Además, nos adentramos en su trabajo en la liga ACB, desde el diseño del calendario con más de mil condicionantes, hasta el uso de datos y herramientas de inteligencia artificial para mejorar procesos y toma de decisiones. Todo ello sin perder de vista uno de los grandes retos del sector: hacer crecer el baloncesto de forma sostenible y justa, apostando por la meritocracia, la transparencia y la dimensión social del deporte.
Andreu también comparte momentos difíciles, anécdotas organizativas, y lo que más le emociona: ver cómo el deporte puede transformar vidas, conectar colectivos y devolver algo positivo a la sociedad.
Podcast del Master en dirección y gestión deportiva de la Universidad de Barcelona. Nos podéis encontar en nuestras páginas web:
· https://mastergestiondeporte.net (dirigido a profesionales, a tiempo parcial)
· https://www.ub.edu/portal/web/economia-empresa-es/masteres-universitarios/-/ensenyament/detallEnsenyament/5714720 (full-time program)
Bienvenidos, bienvenida a este nuevo episodio del podcast de Dirección de Empresas del Deporte, que ya es el episodio número 40. Hoy, para celebrarlo, hemos invitado a Andreu Yao Andreu, antiguo alumno del máster de los años. Es un amante del deporte, como todos nuestros alumnos, y especialmente del baloncesto. Es director de la MiniCopa Endesa, que organiza la ACB, la Asociación de Clubes de Baloncesto, y además es también responsable de I+D en el departamento de Competición de la ACB.
Con Andreu hablaremos de su pasión, de sus experiencias, de sus vivencias. Empecemos. Bienvenido, Andreu, muy buenos días, muy buenas tardes, depende de la hora a la que nos escuchéis.
—Buenas tardes, Xavi. Gracias por la invitación, encantado de estar aquí, de volvernos a ver después de unos cuantos años y de hablar un poco sobre gestión deportiva y experiencias.
—Gracias, Andreu. Tú eres un amante del baloncesto, un amante que lo vive tanto en la ACB como en la Federación. Y además lo vives con gente joven y en un aspecto concreto que comentábamos antes, que es la MiniCopa. ¿Cómo crees que contribuye la MiniCopa a promocionar el baloncesto entre los jóvenes de nuestro país?
—Bueno, la MiniCopa creo que es un torneo que ha ido creciendo mucho a lo largo de sus 21 años de vida y ha llegado a ser seguramente el torneo de formación más seguido y más importante del mundo. No hay ningún torneo que tenga los índices de seguimiento, audiencias y aforo que conlleva. Al final, creo que es un proyecto de la ACB que se ha tratado con mucho cariño y que ha ido creciendo poco a poco.
A la gente le gusta básicamente porque es lo que tú dices: ese deporte de formación, el deporte de niños, es mucho más puro, más limpio. Se ve la pasión que tienen los niños. Y lo que nos ha llevado esto es que seguramente todos los chicos de categoría infantil tengan el sueño de poder participar. No solo de España, sino que nos encontramos con jugadores de muchas partes del mundo que quieren venir a jugar este torneo, por lo que implica.
—¿Cuánta gente movéis, a cuánta gente llegáis?
—Bueno, el torneo como tal lo juegan los 18 clubes de la ACB, con lo cual piensa que son plantillas de entre 16 y 22 personas. Luego, todos los familiares que viajan, que son más de 1.000 personas. Y lo que sí ha crecido mucho es el resto de aficionados que vienen. Para que te hagas una idea, en la final de la MiniCopa de Badalona había casi 9.000 personas en el público, que es algo de deporte profesional, más aún en Badalona, que es la cuna del básquet.
Cuando me pasan audiencias, por ejemplo, el año pasado la final de la MiniCopa se vio en más de 600.000 dispositivos. Llevamos audiencias acumuladas de vídeos relacionados con el evento de entre 18 y 20 millones por edición. Son números que se ven mucho y que han implicado que muchos países del resto del mundo se interesen por la marca MiniCopa. De hecho, este año hemos hecho la segunda edición de la MiniCopa México, y otros países también se han interesado en poder hacer algo similar.
Yo creo que al final, cuando le das mucho cariño y también muchos recursos a algo, esto crece y genera interés por todas partes. Es como una cadena que va aumentando.
—¿Y este evento que ya es grande, se monta solo o qué estructura tenéis?
—Como sabéis, prácticamente toda la plantilla de la ACB, que todos tenemos otros trabajos más allá de la MiniCopa... Yo, por ejemplo, estoy en Competición. Toda la plantilla está más o menos involucrada en la MiniCopa. Pero después, obviamente, tienes que contar con muchos proveedores que cumplan con lo que necesitas: producción de pista, retransmisión... Para que te hagas una idea, todos los partidos se retransmiten con calidad profesional, con seis cámaras, un equipo de 15 personas en directo en el pabellón.
Hay una agencia de viajes que se ocupa de todo lo relacionado con desplazamientos y alojamiento. Hay muchas personas implicadas, directa e indirectamente. Creo que esto es lo que también hace que la calidad que les damos a los equipos, a nivel logístico y de organización, se valore mucho. Hay mucha gente detrás que se ocupa de que cada parte esté bien cubierta.
—Y en cuanto a alianzas y patrocinios, para financiar todo eso (desplazamientos, televisión...), ¿cómo lo hacéis?, ¿cómo los elegís?
—Hay dos fuentes de ingresos. Una es la de patrocinios. Por una parte está Endesa, que tiene un patrocinio global con la ACB, también da nombre a la liga, y además hace el naming de la MiniCopa. A estos se suman otros patrocinadores, algunos globales y otros exclusivos de la MiniCopa. Hay empresas que quieren asociar su nombre a la MiniCopa porque es una competición infantil no profesional, y encaja con su target. Por ejemplo, Caixabank ha estado muchos años.
Y luego está la fase final, que se juega junto a la Copa del Rey, y también hay una fase previa para que todos los equipos puedan participar y ganarse su plaza. Aquí nos encontramos con muchas ciudades interesadas en acoger el evento por la repercusión que tiene. Eso implica el pago de un canon que va aumentando año tras año, porque los informes de retorno mejoran.
—¿Y las sedes cómo las elegís?
—Primero, que tengan ilusión por albergar el evento, que se impliquen. Después, que a nivel de infraestructuras tengan la capacidad, porque son muchos partidos en pocos días. Necesitas varios pabellones y que estén cerca entre sí para centralizar todo. También hay un tema geográfico, porque hay que mover a 16 equipos por toda España. Si el lugar está muy aislado o mal conectado, es un problema logístico y económico. Y también está el tema económico, no solo el canon, sino los costes derivados de la instalación.
—Quería preguntarte ahora, desde tu experiencia: ¿cuál ha sido el reto que mejor ha salido, del que estás más orgulloso? Luego hablaremos de competición, pero por ahora, en este ámbito. ¿Y cuál ha sido el que más te ha hecho sufrir?
—Es una pregunta difícil... Creo que de lo que más orgulloso estoy es de que el crecimiento de la MiniCopa ha permitido que muchos niños, miles de niños, vivan una experiencia que recordarán toda la vida. Yo he entrenado a jugadores que jugaron la MiniCopa hace 4, 5 o 6 años, y siempre lo recuerdan como el mejor torneo en el que han jugado. Por unos días, estos chicos se sienten importantes. No debemos olvidar que el 95 o 97 % no será profesional de élite. Que por unos días puedan sentirse estrellas, jugadores profesionales, es un recuerdo precioso. Me hubiera encantado tener algo así de niño.
Lo que menos me gusta es que, al crecer tanto, a veces aparecen representantes o agencias que quieren hacer negocio, algo que no comparto, porque estamos hablando de baloncesto de formación. Pero son cosas inevitables.
—¿Y recuerdas alguna situación que te hiciera sufrir mucho, aunque finalmente saliera bien?
—Sí, por ejemplo, las dos últimas fases previas se han hecho en Tarragona. Cuando nos reunimos con 10 posibles sedes, Tarragona, con Berni Álvarez y Janet, que era directora de deportes, lo luchó mucho. Apostamos por Tarragona y fueron dos años de éxito total. Pero recuerdo el primer año que nos faltaba un parquet en una de las pistas. Había un problema con el proveedor. Cuando llegó, tres días antes del evento, tenía marcadas todas las líneas posibles menos las de baloncesto. Tuvimos que resolverlo contrarreloj. Estamos acostumbrados, porque en eventos siempre hay imprevistos. Pero siempre tienes esa tensión. De momento, siempre hemos llegado, aunque con el miedo de que alguna vez no.
—Pasamos ahora a mayores. Tú estás en I+D de Competición. ¿Qué haces en esa área?
—Lo mejor de mi trabajo es que tengo muchas facetas distintas. En Competición somos solo cuatro personas que llevamos todo lo relacionado. Mi parte incluye muchos estudios con data que recogemos en la ACB. Con eso hago informes sobre posibles cambios normativos, reglamentos o innovaciones. Por ejemplo, hace años cambiamos la norma del saque rápido, que ha sido pionera a nivel mundial. También hemos sido pioneros en que todo lo que dicen los árbitros durante las revisiones se escuche en directo por televisión, algo que aporta transparencia y respeto.
También trabajo en el calendario de la liga, que es muy complejo. Entre competiciones europeas, ventanas FIBA, Eurobasket, Juegos Olímpicos, etc., tenemos muy poco espacio. Primero hacemos un calendario de fechas, luego el de emparejamientos, y ponemos más de mil restricciones: disponibilidad de pabellones, televisión, equilibrio deportivo, etc. Una empresa de software nos ayuda. Ellos hacen también el calendario de La Liga de fútbol, pero allí hacen 100.000 opciones y sortean una. Nosotros tenemos que conseguir una única solución viable, lo que es muy complicado.
Después nos reunimos con el operador televisivo (este año, Movistar) para fijar los horarios desde el inicio y ahorrar costes a los clubes. Publicamos todas las jornadas desde agosto, menos la última, que queda abierta por si hay algo en juego. Creo que es algo que el fútbol podría hacer también, para facilitar la planificación de los aficionados.
También doy soporte en todos los eventos deportivos de la ACB, como el torneo 3x3 de verano, llevando la parte de arbitraje y organización deportiva.
—Y con tantos datos que manejas, ¿cómo estáis usando la inteligencia artificial?
—Es uno de nuestros proyectos: mejorar procesos con IA. Por ejemplo, cálculos más rápidos de clasificaciones, opciones de playoff, etc. Queremos que algunos trabajos sean más ágiles y mejorar la fiabilidad. Todos tenemos ese reto de implementar la IA tanto en lo profesional como en lo personal.
—Ya que estás en Competición: ¿cómo compites con el fútbol? ¿Es una competencia estratégica?
—No, no competimos. Nosotros tenemos en cuenta el calendario del fútbol cuando hacemos el nuestro. Por ejemplo, si España juega un Francia-España a las 21:00, no pondremos un playoff nuestro a la misma hora. Es lógico. El fútbol es el deporte número uno en este país, y hay que ser realista. El baloncesto seguramente es el segundo. Además, hay clubes con secciones en ambos deportes, y no puedes obligar a un aficionado a elegir entre uno u otro. Hay que buscar el equilibrio.
—Y ya para acabar, que llevamos media hora sin mirar el reloj... ¿Qué retos importantes ves para el mundo del baloncesto desde tu posición?
Bueno, yo creo que hay retos de futuro. Un reto que no es solo nuestro, sino global, que es responsabilidad de todos, es hacer crecer el baloncesto. Pero crecerlo sin que eso implique que nuestras competiciones se vean perjudicadas por el crecimiento de otras. A veces vemos que algunas competiciones europeas, para desarrollarse, terminan afectando a otras, como cuando se establecen plazas cerradas, que ya están repartidas desde el inicio, sin depender del rendimiento en las ligas nacionales.
Eso, desde mi punto de vista, le hace daño al deporte. Una liga en la que incluso el campeón puede quedarse fuera de la máxima competición mientras que un equipo que queda noveno sí entra, no resulta justo ni atractivo. Un modelo como el del fútbol, en el que los mejores clasificados tienen acceso directo a competiciones europeas, genera mayor interés y meritocracia. Creo que sería bueno abrir un diálogo en ese sentido.
Y luego, a nivel de ACB, también tenemos retos importantes. Uno de ellos es que la liga tenga un impacto más profundo a nivel social. Tenemos campañas muy bonitas, como la lucha contra el bullying, y desarrollamos muchas acciones de concienciación, especialmente con jóvenes. También estamos impulsando proyectos para acercar el baloncesto a más públicos y colectivos. Cuando estos proyectos tomen forma, estoy convencido de que te van a gustar. Porque el baloncesto es de todos, y hay iniciativas muy humanas que te llenan, que emocionan. Cuando ves la repercusión que tienen, te das cuenta de lo bonito que es formar parte de ello.
Personalmente, todo lo que tiene una dimensión social me entusiasma. En la Minicopa, por ejemplo, aprovechamos su visibilidad para impulsar acciones solidarias. La entrada es gratuita, pero pedimos comida para los bancos de alimentos. También hemos hecho campañas contra el cáncer infantil. El año pasado, por ejemplo, con el proyecto Suma de Gran Canaria, creamos una iniciativa preciosa: chicos y chicas con discapacidad intelectual participaron activamente con los equipos, formando parte de ellos.
Creo que esa parte humana da mucho valor a lo que hacemos. No solo por el impacto social, sino también porque tu marca, tu organización, crece en todos los sentidos.
Muy bien, muy bien. Pues muchísimas gracias por estar con nosotros, Andreu. Gràcies, de veritat. Se nos ha pasado volando el tiempo, porque realmente ha sido muy interesante, nada complicado, muy natural. Para nosotros es un honor tener estas entrevistas con antiguos alumnos, porque con el tiempo os vais abriendo camino en el mundo del deporte.
De hecho, tenemos el orgullo de decir que el 90 % de nuestros antiguos alumnos trabajan en este sector, que es pequeño, sí, pero muy bonito. Es un colectivo reducido, para lo bueno y para lo malo, pero lleno de oportunidades.
Y trabajar en el deporte, cuando realmente te gusta, es una gran suerte. Yo también me siento afortunado, y en mi caso, aún más, por poder trabajar en algo tan vinculado al baloncesto.
Muchas gracias, Andreu, y enhorabuena por todo lo que haces y por la pasión que transmites.
Nos toca ya cerrar este episodio número 40 del podcast, con más de 23.000 descargas hasta el momento, escuchado en más de 30 países. En su mayoría, por hispanohablantes o personas interesadas en aprender español desde el extranjero.
Gracias a todos los que nos estáis escuchando. Os deseamos lo mejor, y ojalá que estos episodios os sirvan para aprender de grandes profesionales que, como Andreu, también se formaron en este máster de la Universidad de Barcelona.
Como siempre digo al terminar… Aquí estamos para lo que podamos ayudar.
Un fuerte abrazo, y nos vemos en el próximo episodio.